Sabina
Si no es por la mentada epidemia, casi pandemia, de influenza no me hubiera dado cuenta que saludarse de beso y abrazarse, efectivamente sirve para algo.
El beso -dice el diccionario- es el acto de tocar algo con los labios, generalmente a otra persona. Se dan besos de mil maneras y en muchas partes del cuerpo, pero este fin de semana y lo que resta de esta que empieza, nadie puede besarse. Nadie. Fue entonces que note la ausencia y la importancia los de besos. En la oficina -el viernes- todos nos sacábamos la vuelta, y hoy casi ¡Nadie se habla! cuando regularmente –y porque el edificio de MVS esta inmenso- nos saludamos más de dos veces al día…¡Hasta tres! Y en esta ocasión nada de nada, nada de besarnos, ni tocarnos, nada.
Los expertos de la organización británica Relate aseguran que besarnos es el mejor antídoto contra la depre y una excelente forma de mejorar la salud, pero irónico…este fin de semana -y lo que resta de esta- para evitar problemas de salud, nada de besos.
El beso, la más común muestra de afecto hacia la pareja, los familiares y amigos quedo suspendido. Nada de saludos, nada de acercamientos, nada de besos, todo “de lejitos…”
Ta bueno pues, hay una epidemia de influenza porcina en la ciudad, Sabina lo dijo alguna vez y no tenía nada que ver con los puercos…
Hay una epidemia de tristeza en la ciudad…
Las demostraciones afectivas siempre engrandecen a quien las da (las demostraciones) y honran a quien las recibe. El frío y poco pasional “Quiubloe” nos hará un poco mas insensibles pero nos permitirá seguir con vida!!!
ResponderEliminarLa venganza porcina se esta cumpliendo, no solo puede quitarnos la vida con sus mutaciones virales, también pueden desestabilizar nuestras costumbres de entretenimiento, sociales y emocionales.
SALGAMOS A LA CALLE A ACABAR CON ELLOS… COMAMOS CARNE DE PUERCO COMO NUNCA ANTES… ESTO ES LA GUERRA!!! SI NO LO HACEMOS… ELLOS ACABARÁN CON NOSOTROS!!
Ya ven? Esto es lo que ser cristianos nos ha dejado! Si bien clarito que esta en el antiguo testamento. Ahhh claro! Pero como hay que llevarles la contra a los judios... a comer puerco!
ResponderEliminarAhí tienen las consecuencias!
George Orwell era un verdadero profeta. En estos dias estamos viviendo dos de sus libros: En 1984 (la novela), la gente no se demostraba afecto. Era una perdida de tiempo, y era sancionado por el Big Brother. Todas las fuerzas y emociones de uno debian enfocarse al trabajo. Y luego en la Rebelion en la Granja, dos cerdos, Napoleon y Snowball, son los que organizan derrocar a los humanos para imponer el nuevo orden...
ResponderEliminarEstamos perdidos!! Los cerdos nos arrasaran, y aquellos pocos sobrevivientes seran esclavos. Y no podran darse besos.
Habra algo que pueda parar los besos en el mero momento bueno ese de cuando rechina el catre???
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