domingo, 28 de junio de 2009

Pienso 80: Hacer las pases y olvidar los por qué...


Conocí a Rossy puebleando. Resulta que estábamos en casa de mis papás en Ensenada, el municipio más grande de México, cuando presos de un “aburrimiento infernal”, provocado por las deliciosas siestas que me echo en cama de mis papás todas las tardes, nos preguntamos:
¿A dónde vamos?.

Los Franco Bernáldez somos una familia a la que le basta un auto discreto, con un poco de gasolina, un par de tortas de jamón con aguacate, unos burritos de frijoles y un galón de agua de sabor -echa por mi madre- para salir a pueblear.

Es cierto que conocemos la zona hacia el norte, un poco hacia el sur, este y oeste… pero los años pasan… y las ciudades, igual que nosotros, cambian. Quizá por la sangre fresca de las nuevas generaciones… sí, ya saben... las típicas historias: los abuelos se han ido y llega la hora de remodelar. Fue entonces cuando recordamos que hacía mucho tiempo no íbamos al Valle de Guadalupe un pueblo pequeño -a treinta minutos de la ciudad de Ensenada- fundado, nos cuenta una descendiente, en 1905 por los rusos que llegaron a México exiliados por las ideas religioso-prohibitivas del Zar y trajeron la vid.


México los acogió y el gobierno los puso en esta zona del país para que, juntos, establecieran su nuevo hogar. Muchos años han pasado. Ahora rumbo al Valle se recorre la famosa RUTA DEL VINO hoy famoso camino a las diferentes vitivinicultoras que producen el 95% del vino que exporta nuestro país. Las familias rusas trabajaron -y aún trabajan- la zona por años. Por eso, no es raro encontrar apellidos como Rudametkin, Bibayoff, Samarín, Pavlov y muchos otros, acompañados por nombres tan de acá como Juan y José (que bueno, en verdad son nombres bíblicos más que “mexicanos”). Al pueblo llegaron también con el tiempo familias mexicanas atraídas por la oportunidad de trabajar la uva. Así, Valle de Guadalupe lleva más de cien años creciendo, perfeccionando el arte de la producción de la uva y el olivo, valorando el color y las condiciones de su tierra y poniéndose más bonito, mucho mas bonito… eso lo comprobé ahora que volví.

La primera sorpresa: un buen tramo de la carretera Ensenada-Tecate ya es de cuatro carriles. La idea es que sea de cuatro desde el Sauzal, un pueblo pesquero que está a la salida de Ensenada, hasta el de Guadalupe pero aún falta la mitad (yo tenía casi cuatro años de no pararme ahí). Todo ha cambiado desde que Valle de Guadalupe empezó a hacerse de fama mundial. Ahora llega gente de todos lados: franceses, italianos, españoles, canadienses, norteamericanos… todos en busca de ese pequeño pueblo que dicen, goza de las mismas características climatológicas de Francia e Italia… ¡y gastronómicas! lo supe cuando entré, atraída por el exquisito olor, a la cocina de Rossy Pelayo Lepe.



Rossy tiene muchos años viviendo en la zona y ¡vaya que ha sido testigo de sus cambios! Su DELI está justo al llegar al Valle y no puede pasar desapercibido por nadie. Estando en ese sitio, si doblas a la derecha te vas rumbo a Tecate -pueblo que recibe su nombre precisamente porque ahí se produce la famosa cerveza- . Si doblas a la izquierda, entras al pueblo. Digamos que, donde está su DELI, es el “punto de reunión”.

Es el típico lugar donde esperas a los que dejaste atrás o donde “te quedas de ver” con algún amigo para pedalear rumbo a otro circuito de la RUTA DEL VINO. Rossy, esta ahí… llegando al pueblo. Su DELI se llama LA MANZANA VERDE.



Paramos pues. La idea era tomarnos una foto en la entrada del pueblo, justo donde está este letrero y donde levantaron una típica pared de adobe con una cupulita que asemeja una misión. Esa era la idea, pero el olor que salía de la cocina de Rossy… inmediatamente nos llamó, cual ardilla al ruido del celofán. He de decirles que íbamos bien desayunados pero el olor… el olor…

Tomamos dos o tres fotos afuera, y en un santiamén ya estábamos dejándonos consentir por el calor, la armonía, la vibra y el amor del lugar, además de los olores y los sabores de Rossy que, con una calidez de madre que abraza a sus retoños, nos invitó, por lo menos, unos Frappes hechos a base de ingredientes orgánicos y naturales que terminan de adornar la deliciosísima gastronomía italiana especialidad de LA MANZANA VERDE.


Pizzas gourmet, ensaladas con ingredientes italianos, baguettes, lassagna y spaghetti son parte del delicioso menú. Claro, no podían faltar una selección de vinos de la zona y los riquísimos postres hechos también por sus manos amorosas. Rossy nos sirvió los frappes y a punto estábamos de despedirnos cuando nos sacó del horno una crujiente y recién hecha pizza decorada con morrones, tomates, cebollas y aceitunas de su huerto. ¡Santo Cielo! Ahí se me abrió el apetito. ¡Trato hecho! Le dije. Pero antes le pedí que nos guardara “el tesorito” (había que llegar antes hasta el museo ruso que estaba a 2 minutos de ahí)




En este museo -que en realidad es una casa de principios del siglo pasado- se guardan una serie de artículos que utilizaban las familias rusas para elaborar el vino. Hay también objetos que usaban a diario: maquinas de escribir, radios, libros, trastes, ropa -confeccionada con perdurables telas decoradas con laboriosos y bellísimos tejidos- en fín… el lugar huele a pasado y te transporta a una época hermosa: los orígenes del valle. Ahí degustamos vino, mermeladas, pan artesanal, aderezos, y quesos finos. Es raro que lleguen mexicanos de visita, y más raro que lleguen Ensenadenses (¡es el colmo!).

Salimos de ahí satisfechos del lugar y su historia y con el apetito abierto… dispuestos a devorarnos la pizza que nos esperaba en el DELI de Rossy.

Volvimos en segundos. Tuvimos la suerte de que no había muchos clientes. El lugar es pequeño y apenas empieza la temporada alta, así que pudimos platicar un par de horas con ella, mientras terminaba de atendernos. Nos dijo que era de ascendencia española y alemana (pensamos que era rusa), pero que era mas mexicana que el chile, Rossy nació aquí. Es madre de tres hijos, uno de ellos es su ángel de la guarda. Vive atrás del DELI, en una casa rústica, preciosa, acompañada de su hijo menor Luis, de 19, su esposo y una familia de gatos bellos que siempre rondan el DELI atraídos, seguro, por lo mismo que nosotros… Termínanos de pueblear, felices.

Mi papá dijo: ¡Rossy nos hizo el sábado! a lo que mi madre agregó ¡y ni lo teníamos planeado! Mi Queen Artur manejaba contento por los regalos del día y por haber cerrado una venta pequeña, ya que le hará unos arreglos a la fachada del DELI. Gaby, mi sobrina, volvía feliz pensando en Rossy, en su forma de vida, en su cocina deliciosa y en las recetas que nos había regalado. Yo… llené el tanque una vez más de historias que contar y robé un poco de la sencillez y fe que tiene Don Chuy, esposo de Rossy, un caballero de sesenta y cinco años que me enseño una foto de cuando tenía treinta y tres donde parecía artista de cine y que acostumbra a orar unas ¡Ocho horas diarias! ¡Si no es que todo el día!.

Don Chuy sabe que Dios escucha y que Dios sana… Don Chuy sabe que Dios fue el único que pudo levantarlo de una fuerte pena y ahora, después de algunos años, Don Chuy, empieza a hacer las pases consigo y a borrar todos los por qué…



P.D. Si viven en Baja California, o piensan venir algún día, sigan La Ruta del Vino… al llegar al entronque del Valle de Guadalupe se encontrarán con LA MANZANA VERDE… ahí estará la sonrisa de Rossy y la historia de un valiente: Don Chuy…

6 comentarios:

  1. Franco que esperas para escribir un libro, yo te lo compro.

    ATT: El SanJuanico

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  2. Que rico, te felicito...

    Suave y al corazon...

    Excelente...

    Saludos...

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  3. Hola morra, que DELI de reseña nos compartes, la verdad es que siempre, me doy cuenta de esa gran capacidad que tienes para expresarte, ya me dieron ganas de ir por una pizza, un vino y un buen postre, jajajaja.

    Eso que dices de "Hacer las pases y olvidar los por qué" me queda dando vueltas en mi cabezucaluca, profundo y con mensaje sin duda.

    Besos mendiga no sabes como te quiero.

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  4. Reina... si, somos el colmo todos los bajacalifornianos que teniendolo tan cerca, nunca hemos ido...

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  5. hola una maravillosa familia, ex novio de su hija roxana, mejor amigo de Luis, y amigo de la familia. Dr. Francisco Lara.. lleguen pidiendo los Baguettes y Pizzas muy buenas

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  6. Jajajajajajajajajajajajaja

    Nuestras ilusiones no tienen límites; probamos mil veces la amargura del cáliz y, sin embargo, volvemos a arrimar nuestros labios a su borde.

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