Pienso 47: Gracias a todos por reportarse. Amor y Odio al D.F.

Oigan, esta entrada es breve. Creo...
Los he leído a todos, ¡siempre! y la neta, sus comentarios nos ayudan a reencausar el proyecto. Estamos ansiosos de acomodar las cosas pero, como siempre, no sólo dependerá de lo que salga y quieran nuestras cabezas (sobre todo la enferma de la barby), también dependerá de las necesidades de la empresa, y eso se entiende a la perfección.

Ayer les decía que ya estoy en el DeFectuoso, y ayer mismo, lo amé, como se los dije en mi Pienso 46, y lo odié. Así es esta ciudad. El tráfico estuvo infernal y ¡ni tengo carro! ¡imagínense! Que tan infernal estuvo que hasta los transeúntes, como yo, lo sufrimos. Varias señoras copetonas y mameys de Polanco intentaron asesinarme un par de veces cuando yo tan solo intentaba cruzar la esquina. En un momento escuché la voz de una vieja riquilla pitera que me gritó cuando cruzaba: ¡Múevete!
Aceleré el paso y me dije: hubiera usado una pesera... pero en eso, se me puso enfrente una de ésas cáscaras, y pude observar como a la pobre gente que iba montada, se les iba la cabeza de un lado al otro por la "delicadeza" con la que el chofer manejaba. Además la pesera ésta (regalito de los gobiernos pinches) iba hasta su pu... madre de llena. En verdad, no le cabía ni una anorexica. La gente casi casi, se salía por las ventanas, quienes viven aquí me entienden perfecto.
I love D.F. que le hacemos pues...
Les dejo una foto del chofer de la pesera a la que a Dios gracias no me subí. Marcelo: ojalá que cuando te mueras, paseen tu cuerpo por Reforma en una de esas latas.

Hola, soy el chofer de la pesera a la que no se quizo subir La Franco, ´che vieja mamona...