miércoles, 8 de abril de 2009

Pienso 4: EL GRAN TORINO. Al final pecamos, no por lo que hacemos, si no por lo que no hacemos...



Les decía que El Gran Torino es un peliculón. Que manera la de Clint de hacer las cosas magistralmente. De una historia sencilla, un gran resultado. El viejo de 80 años actúa y dirige en El Gran Torino una historia que retrata lo pesado del ambiente pandillero en los Estados Unidos y los odios heredados por el racismo (están pesados...); lo aburrida, triste, sin sentido, y hasta amargada que puede ser la cotidianidad de los veteranos de guerra (pobrecitos al final del día no saben si tanta bala valió la pena), y lo frías que resultan ser las relaciones familiares (mas si tu papá es un veterano de la guerra de Corea). Ese es Walt Kowalski, un viejo y racista veterano que vive en la america profunda.

Rescato de la película esta reflexión: al final pecamos, no por lo que hacemos, si no por lo que no hacemos... El viejo Walt se siente solo y le cuesta aceptarlo. El viejo Walt lamenta su pasado y le pesa mas. El viejo Walt odia las muestras de cariño, característico en el refumfuño eterno del protagonista que es fenomenal (me hizo recordar a mi perro Blacki cuando, viejo y rabioso, silencioso, volteó a ver a uno de los policías que amenazaba con matarlo y le hacía: "grrrrrrr......") y para colmo, sus vecinos son una familia numerosa, detallista, y asiática.
Con el paso del tiempo, el viejo Walt, descubrirá que sus nuevos vecinos no son mala gente, e incluso llegará a desarrollar una bonita amistad con el joven hijo de la familia: Thao, al que lo unirá su amor por El Gran Torino, el verdadero protagonista de la historia, un auto modelo 1972 de Walt que limpia cada dia por la mañana a conciencia como si limpiara su pasado.


¿La reflexión? Yo hice esta: ¿Vale la pena al final de la vida cargar con tantísimos fantasmas?
¡A disfrutar todo eso que somos: coraje, odio, tristeza.... (la parte negra) pero también permitirnos lo otro: amor, felicidad, paz... y mamadas (la parte blanca), no vaya ser que el final nos alcance y nos hayan quedado pendientes....



2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Es una muy buena película, vale el boleto y vale la incomodidad de verla con lumbalgia. De hecho, cuando me levante de la butaca, los pocos asistentes habrán pensado que me gusto tanto que salí caminando igual que Walt!!
    Deben verla. Inspira.

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